Esta es una entrada especial dedicada a una editorial que a tod@s los tiene encandilad@s por la calidad de sus publicaciones y los títulos que nos ofrece. Por algo será que cada vez que publico novedades editoriales y entre ellas hay una de Impedimenta el personal se suele fijar enseguida en el título de turno que nos ofrecen.
Los cien títulos los alcanza con la publicación de La segunda vida de Viola Witcher, de Stela Gibsson, autora de La hija de Robert Poste, nos vuelve a deleitar con una comedia llena de agudeza, ternura e ingenio, en la que no faltan las largas fiestas estivales, los amores cruzados, las huidas, los giros repentinos, los amantes de la poesía y un bosque en el que los encuentros y los desencuentros ocurren siempre de noche.
Sinopsis:
Viola Wither es una chica encantadora y no muy avispada que se casa con un hombre con posibles al que no ama realmente. Cuando su marido fallece, Viola se queda en la más absoluta miseria, por lo que no tendrá más remedio que vivir con su familia política en The Eagles, una casa en la que todo es tristeza y oscuridad. El señor Wither es un hombre tacaño y gris. La señora Wither la ignora desde el principio y sus dos cuñadas, Tina y Madge, piensan demasiado en sí mismas como para ocuparse de ella. Por fortuna, siempre existirán las fiestas benéficas y la posibilidad de cruzarse en ellas con Victor Spring, el ídolo local, un hombre rico y algo superficial con el que todas las mujeres sueñan en silencio.
La traducción de esta novela es de Laura Naranjo y Carmen Torres García.
La autora:
Stella Gibbons nació en Londres en 1902. Fue la mayor de tres hermanos. Sus padres, ejemplo de la clase media inglesa suburbana, le dieron una educación típicamente femenina. Su padre, un individuo bastante singular, ejercía como médico en los barrios...
Desde aquí quisera agradecer a Enrique Regel, el editor, el gran trabajo que está realizando su editorial y el hacernos pasar buenos momentos con la lectura de las novelas que publican. Mis más sinceras felicidades. El trabajo bien realizado tiene su recompensa y este caso es un ejemplo de ello.
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