Hoy os traemos la reseña de El sanador de Caballos, de Gonzalo Giner. Y digo traemos, porque a este blog se incorporan como colaboradoras dos escritoras, Almudena Navarro Cuartero, a quien muchos de vosotros la conoceréis por haber leído su novela La papeleta en blanco y Carmen Fernández del Barrio, autora de La Trastienda del Anticuario, novela también conocida en la blogosfera.
Sinopsis:
Durante un ataque sarraceno, Diego de Malagón, hijo de un posadero, es testigo del secuestro de sus hermanas. Consigue huir a Toledo donde conoce a Galib, un veterinario mudéjar de gran prestigio, que le acoge como aprendiz y le muestra el poder y la belleza de la albeitería, la ciencia que estudia la curación de los animales más importantes para los hombres: los caballos. Pero a causa de un malentendido con la esposa de Galib, Diego debe salir huyendo de nuevo. A partir de ese momento, el protagonista de esta novela hurgará en las entrañas de la biblioteca de un monasterio cisterciense para descubrir los secretos más recónditos del saber, y formará parte de un selecto grupo de espías que se infiltrará, en Sevilla, capital del califato musulmán. Allí el albéitar llegará a ser una pieza fundamental en la renombrada batalla de las Navas de Tolosa en la que los cristianos sentenciaron a su favor la reconquista española.
Mi opinión:
Lo primero que me llamó la atención de El sanador de caballos, es lo mucho que me recordaba a El Medico de Noah Gordon y no únicamente porque sean novelas históricas amplias y bien documentadas sobre un tema en particular en la Edad Media (medicina y veterinaria respectivamente); sino también por el estilo narrativo, ambos tienen la misma forma de enfocar el argumento desde un personaje principal con similitudes y la esencia de ambos libros. Es la importancia de aprender y la superación personal . También coinciden en resaltar el don innato que parecen tener algunas personas, las tocadas por un poder casi divino para una materia concreta. El protagonista principal, Diego de Malagón, ve morir a su padre y el rapto sus hermanas por los sarracenos. En el lecho de muerte su padre le hace prometer dos cosas: la primera que cuidaría de sus hermanas y la segunda que buscaría un oficio para ser independiente y no depender de nadie. Desde ese momento su destino estaría sellado.
La ambientación histórica es asombrosa. Nos encontramos en una España ocupada por los almohades. La narración comienza en 1195, durante la derrota castellana de Alarcos, y termina en 1212 con la batalla de Navas de Tolosa, batalla esencial para la reconquista de al-Ándalus. España estaba dividida en seis territorios: Aragón, Navarra, Castilla, León y Portugal como reino cristianos. Y al sur, al-Ándalus, bajo el control de los almohades. Como figura histórica el autor destaca a Alfonso VIII, rey de Castilla y gran estratega que asumió el sueño de reconquistar el país y unificar a los reinos cristianos del norte. Todos los hechos que van acompañando la vida de Diego son históricos, al igual que los lugares donde transcurren las sucesivas tramas. También conoceremos de cerca a un personaje menos conocido como fue don Diego López de Haro, quinto señor de Vizcaya, que renegó de su propio reino de Castilla solicitando su desnaturalización y provocando la ira de Alfonso. En la trama juega un papel esencial en el destino del protagonista.
El amor por los caballos está presente en cada una de sus casi ochocientas páginas, el autor nos recuerda que el caballo en la Edad Media era uno de los bienes más preciados para las personas. De él dependían la estabilidad de las familias, pero también el poder de los reyes. Las estrategias militares dependían de este bien preciado y por tanto el papel del mariscal era esencial militarmente. Pero más allá de eso, se encuentra la relación especial que entabla el jinete con su caballo. Una conexión de amor y fidelidad, en la que la vida de cada uno está en manos del otro. Diego y su yegua, Sabba, se convierten en uno, con sólo una mirada entre ellos se produce una corriente de empatía y entendimiento entre ambos.
En la obra se destaca por tanto el oficio de veterinario en la Edad Media, tan importante como podía ser el de médico. Sin caballos, no se podía viajar, ni trabajar. Es difícil de entender desde nuestra perspectiva contemporánea, pero un caballo enfermo podía suponer la ruina de una familia. En la parte árabe se les llamaba albéitares también se les conocía como veterinarius, sanadores de caballos, menescales y mariscales. El autor nos muestra un antiquísimo y bello oficio: “Amo los caballos. Considero que han sido los animales que con más entrega han servido al hombre a lo largo de su historia”.
Otro de los puntos fuertes de la novela es la caracterización de los personajes, entre los que debemos de incluir a Sabba, de raza árabe, puesto que el rol que ejerce dentro del argumento es de verdadero personaje principal. A través de los pensamientos de su dueño, entendemos su relevancia e incluso su forma de pensar y actuar. Ella es su base, su única familia, en la soledad del camino es la única que les acompaña fielmente, a ciegas, sin cuestionarle jamás.
Mi personaje preferido es sin duda Galib, gran albéitar mudéjar de Toledo y maestro de Diego. Es de origen árabe y un personaje único por la convicción de sus valores. Galib no es sólo un maestro sobre la curación de los caballos, es un maestro de la vida y su estandarte es la tolerancia.
Gonzalo Giner es sin duda el mayor referente de la novela histórica en España, por su saber hacer, por su forma de documentarse, pero sobre todo por la forma que tiene de transportar al lector a la Edad Media y de hacerle entender, empatizar, sobre una época de la que sabemos mucho , pero comprendemos poco.
El autor:
Gonzalo Giner (Madrid, 1962) es un veterinario y especialista en nutrición animal que irrumpió en el panorama literario con la novela La cuarta alianza (2005) y logró un éxito inmediato. En pocos meses vendió más de cincuenta mil ejemplares de su novela y fue traducida a varios idiomas. En 2006 publicó El secreto de la logia, pero fue la novela El sanador de caballos (2008), su proyecto más personal, la que alcanzó cotas de crítica y público más elevadas. Vendió más de 150.000 ejemplares. Desde entonces su autor se ha convertido en un referente dentro de la literatura popular e histórica.
Veterinario de profesión, con aquel título quiso investigar el origen de su oficio; con su nueva obra, El jinete del silencio (2011), el autor nos descubre los antecedentes de la creación de la raza española de caballos durante el siglo XVI.
Curiosidades:"Soy escritor, pero soy más veterinario" Con esta afirmación del autor es inevitable establecer un paralelismo entre el autor y el personaje principal de El sanador de caballos. Su última novela, El jinete del silencio, publicada por la editorial Temas de Hoy también hace referencia a su pasión por los caballos y la historia. El jinete del silencio se basa en algo bien conocido en el mundo de la medicina, desde hace años: el poder curativo de los caballos en algunos casos de autismo. La equinoterapia o hipoterapia.
Título: El sanador de caballos
Autor: Gonzalo Giner
Editorial: Temas de Hoy
ISBN: 978-84-8460-744-1
Páginas: 800
Precios: Versión digital 9,99€
Versión papel /22€ (tapa dura con sobrecubierta)
Almudena Navarro Cuartero
Nota: Las ilustraciones que acompañan a la reseña fueron tomadas de la página oficial de planetadelibros.com (portada y fotografía del autor) y de wikipedia (estatua de Diego López de Haro V, obra de Mariano Benlliure y la pintura al óleo Batalla de las Navas de Tolosa, obra de Van Haalen, expuesta en el Palacio del Senado (Madrid)).
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