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Friday, May 10, 2013

Los Santos Inocentes (película)



Nueve son, hasta la fecha, las novelas de Miguel Delibes que han sido adaptadas al cine, a la televisión o al teatro. Incluso de una de sus novelas que más impresionó en su momento, El Hereje, están comprados los derechos audiovisuales obra en poder de una productora para hacer una adaptación cinematográfica de la misma. Sería, desde luego, una gran noticia el poder ver en la gran pantalla esta gran novela. Pero hoy me quiero referir a una película en especial y no es otra que Los Santos Inocentes, considerada como una de las mejores producciones del cine español. Sin duda, estoy totalmente de acuerdo con ello. Y es, también, quizá la mejor interpretación de un pedazo de actor como es Alfredo Landa. 

 
Sinopsis:



 Paco y Régula forman, junto a sus tres hijos, una familia de campesinos a las órdenes de los señores del cortijo que aguantan toda clase de órdenes y humillaciones sin queja alguna. Un día se presenta Azarías, el hermano deficiente mental de Régula, pues ha sido despedido del cortijo en el que él trabajaba y decide unirse a la familia de su hermana para trabajar. Ahora, deberán hacer frente a todas las penurias típicas de la época juntos.



Nacionalidad: España, 1984.

Director: Mario Camús.

Ficha artística: Alfredo Landa (Paco, El Bajo), Terele Pávez (Régula), Belén Ballesteros (Nieves), Juan Sachez (Quirce), Susana Sánchez (La Niña Chica), Francisco Rabal (Azarías), Ágata Lys (Doña Pura), Agustín González (Don Pedro), Juan Diego (Señorito Iván), Mary Carrillo (Señora Marquesa), José Guardiola (Señorito de la Jara), Manuel Zarzo (Médico).

La película, se rodó entre las ciudades extremeñas Mérida, Zafra y Alburquerque. Ganó la mención especial del jurado en el Festival de Cannes en 1984 y por sus interpretaciones, Alfredo Landa y Paco Rabal recibieron ex aequo el Premio de interpretación masculina.


Los Santos Inocentes es la historia de una España dividida, de una clara diferencia social entre los grandes terratenientes que se dedican a la gran vida y la gente del pueblo llano que trabaja para ellos, servidores para lo que haga falta. Está ambientada en un cortijo de Extremadura pero podía estarlo también en cualquier pueblo en los que las diferencias sociales se ahondan más claramente y, sobre todo, en una época en la que está ambientada pues, aunque no haya una clara referencia a los años en que se desarrolla, hay un hecho clave que se menciona en la misma, como es la celebración del Concilio Vaticano II, celebrado entre junio de 1963 y 1965, año en el que se da por concluido. Es, pues, en pleno franquismo, cuando tiene lugar la historia que nos relata Miguel Delibes y que tan bien adapta Mario Camús a la gran pantalla. 

La caza y la pesca son dos temas que suelen aparecer en las novelas de Delibes. En este caso es el mundo de la caza pero una caza en la que se ahonda en la humillación y desprecio del ser humano poniéndolos a la altura de los animales. Los trabajadores del cortijo hacen todo lo que les pidan sus amos con tal de tenerlos contentos para poder mantener su trabajo. Un trabajo indigno pero con el que Paco, el bajo, puede alimentar a su familia. Y a Paco, el bajo, no le importa que lo degraden y lo traten como a un esclavo, como una propiedad más del amo, sobre todo del despiadado de Iván, el hijo del dueño del cortijo. La escena más dura de la película quizás sea cuando vemos a Paco hacer de sabueso, de rastreador para que su amo pueda hacerse con la pieza que desea cazar. 

Los Santos Inocentes es una película dura, cruel en ocasiones, que demuestra un gran realismo y refleja la situación que se vivía en aquella época, una época de lujos para unos y de miserias para otros. La España de la opulencia, de aquellas reuniones en las que se tomaban decisiones importantes a base de probar puntería en los dominios del anfitrión de turno. Pero es la España en las que unos se enriquecen a costa de los más débiles y se aprovechan de su situación porque saben que la gente necesita trabajar para sustentar a su familia. 


La fotografía, la ambientación y los diálogos son magníficos. En ella hay que destacar la gran actuación de dos monstruos de la pantalla, como son Alfredo Landa y Paco Rabal. Por eso traigo os dejo hoy este pequeño homenaje a un gran actor al que se le acuñó el término de landismo, porque interpretaba papeles en los que siempre se veía en él al español que intentaba ganarse la vida como fuera, al español cateto, al español casi inculto, o sin casi, que llevaba una vida sencilla y que era feliz con lo poco que tenía. Un actor que supo ganarse el respeto y la admiración de todos. 






Fuentes: wikipedia, rtve.es, you tube. 

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