Sinopsis:
En el año 48 a.C., una jovencísima Cleopatra, la última heredera de los faraones y de la sangre de Alejandro Magno, comparte el trono de Egipto con un hermano al que aborrece, Ptolomeo.
Muy lejos de allí, en Grecia, se decide el futuro de la república romana, encarnado en el enconado enfrentamiento de sus dos generales más carismáticos: Pompeyo y Julio César.
Alejandría se convierte en el escenario de este decisivo episodio en el que, finalmente, acabarán encontrándose los intereses y las pasiones de Cleopatra, una mujer dotada de una inteligencia excepcional y que gobierna con mano firme en un mundo de hombres, y de César, el estratega y político más brillante de su tiempo, decidido a convertir Roma en la ciudad más poderosa del mundo.
«Como hermana mayor, Cleopatra intentaba enderezarlo. Pero corregir el temperamento de Ptolomeo se antojaba tarea tan imposible como domesticar a un cocodrilo. Lo que más preocupaba a la joven era que, si su padre conseguía convencer a los romanos para que le devolvieran el trono, Ptolomeo se convertiría en su heredero, lo que significaba que a no mucho tardar tendrían que buscarle una esposa adecuada».
Opinión Personal:
La Hija del Nilo nos traslada al Antiguo Egipto pero también a la Segunda Guerra Civil en la que se ve inmersa la República de Roma. Estamos ante una historia que nos llevará por el Mare Nostrum de una orilla a otra. Dos historias, dos personajes claves en esa época, Cleopatra y Julio César, se irán alternando en la novela hasta que Alejandría se convierta en el punto de encuentro de ambos, en donde se fraguarán sus intereses y sus pasiones.
Javier Negrete nos ofrece una novela en la que hacemos un viaje literario a las tierras delAlto y Bajo Nilo. Somos partícipes de las intrigas palaciegas para hacerse con el poder en Egipto tras el fallecimiento de Ptolomeo XII y de las batallas decisivas entre Pompeyo y Julio César en Dirraquio y Farsalia, descritas de tal forma que parece que las presenciamos desde un lugar privilegiado. Paseamos por los distritos y observamos la belleza de los monumentos que conforman la fascinante Alejandría. Nos quedaremos sorprendidos por los conocimientos que atesoraban y de los avances que disfrutaban en aquella época. La Biblioteca o el Faro de Alejandría son un ejemplo de lo que eran capaces de construir sin utilizar medios como los que se disponen hoy día. Una época muy bien recreada en la que se nota el trabajo de documentación llevado a cabo por el autor.
(Julio César y Cleopatra)
Pero lo novedoso de La Hija del Nilo es la figura de Cleopatra. No es la Cleopatra a la que todos estamos acostumbrados, al mito que se fue fraguando por su romance con Marco Antonio. Nos encontramos con una Cleopatra joven, que a sus quince años aún tiene mucho camino que recorrer pero que las circunstancias que le toca vivir le harán tomar pronto decisiones que irán marcando su carácter y se hará respetar por los demás. Pero también le ayudará su inteligencia y su formación, pues ambas las aprovechará para actuar con mano firme y saber estar en un mundo dominado por los hombres. Veremos cómo no le temblará el pulso a la hora de enfrentarse a unos o a otros, sobre todo con su hermano Ptolomeo, su gran enemigo, con el que está condenado a entenderse porque su padre quería que ambos reinasen juntos en Egipto tras su fallecimiento, aunque para ello contaría también, finalmente, con la colaboración de César.
En La Hija del Nilo nos encontramos con un elenco de personajes reales y ficticios. César y Cleopatra son las figuras principales de esta obra pero los demás que intervienen también están perfilados de manera que parecen cobrar vida propia. Quizás algunos de ellos tengan un toque de fantasía, pues el autor tiene publicadas algunas obras en este género.
Un narrador omnisciente es quien nos irá relatando lo que sucede en los setenta y cinco capítulos y un epílogo que conforman la novela utilizando para ello un lenguaje efectivo con el que nos regala unas descripciones exquisitas, que le dan un toque de realismo a la narración, y unos diálogos cortos y directos.
La Hija del Nilo mantiene la atención del lector en todo momento. Es una novela en la que la historia, la aventura, la intriga y una cierta dosis de fantasía invitan al lector a sumergirse entre sus páginas.
El autor:
Javier Negrete nació en Madrid en 1964. Estudió Filología Clásica y desde 1991 trabaja como profesor de griego en el IES Gabriel y Galán de Plasencia. En 1992 publicó su primera novela, La luna quieta. Es autor de otras obras de ciencia ficción como La mirada de las furias (premio Ignotus a la mejor novela, 1998) y Estado crepuscular (premio Ignotus y Gigamesh al mejor relato, 1994). Ha cultivado también la literatura juvenil con Memoria de dragón y Los héroes de Kalanúm. Con Buscador de sombras ganó el Premio UPC de novela corta del año 2000 y ha recibido tres veces la mención especial del jurado de dicho premio. Por otro lado ha resultado finalista de los premios Edebé, El Barco de Vapor y La Sonrisa Vertical. En Minotauro publicó en 2003 La Espada de Fuego, merecedora del premio Ignotus a la mejor novela, y El espíritu del mago, en 2005. Ambas obras han tenido una entusiasta acogida de público y crítica. También ha aparecido en edición de bolsillo el ómnibus que contiene Buscador de sombras y La luna quieta. En 2006 ganó el Premio Minotauro con Señores del Olimpo.
Título: La Hija del Nilo
Autor: Javier Negrete
Editorial: Espasa (año de edición, 2012)
Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 9788467007657
Nº páginas: 559
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