Objetos Perdidos, de Miguel Baquero

Sinopsis:

Esta es una pequeña tragedia de nuestros días, o una comedia, o cualquiera de las dos cosas, pues así están mezclados los tonos en la vida cotidiana. Escrita con un humor y una agilidad extraordinarios, el pequeño drama del protagonista: un hombre al que se le van derrumbando todos los sueños, se nos muestra al cabo como una invitación a construir otros, a seguir avanzando aunque sea en dirección contraria.

«Miguel Baquero es uno de esos escritores que andan recuperando el buen narrar y el mejor decir de las letras españolas, aplicando la plantilla de la picaresca a las cosas que ahora mismo pasan en la calle; esto es, entreverando humor y miseria». (Alberto Olmos, escritor).

«—Perdona por esto que te voy a decir, pero tú no vales para este trabajo. El de crítico literario, digo, al menos crítico literario de periódicos de cierto postín. Aquí, por si no lo sabes, la regla es tomar el resumen del libro y el dossier de prensa que nos manda la editorial, que para eso tienen gente dedicada para hacerlos, cambiar el orden de las frases para que no aparezcan iguales en todos los periódicos y, a tirar millas. Añádele, si quieres adornarte, que es un libro imprescindible y que va a marcar época, y a correr. Si te das maña aún te sobrará tiempo para echarte una partida al buscaminas. Así es la vida en una redacción de Cultura»

Opinión Personal:

Es de agradecer que, cuando cogemos entre nuestras manos o en nuestro libro digital, como es el caso, una novela como ésta, nos salgan unas risas y, al mismo tiempo, nos traigan a la memoria recuerdos de nuestro pasado o situaciones que nos ocurrieron hace poco y son similares a las vivencias que nos va relatando el narrador. Y esto es lo que ocurre mientras leemos Objetos Perdidos, la cuarta novela que publica Miguel Baquero (Madrid, 1966).

 

 Miguel es un estereotipo de lo que muchos aspiramos a ser en la vida y eso hace que nos identifiquemos enseguida con él, con sus aspiraciones, sus fracasos y su realidad. Todos hemos tenidos nuestros sueños de juventud en cuanto a lo que seríamos profesionalmente en un futuro no muy lejano pero también nos damos cuenta de la realidad que nos rodea y que hay que poner los pies en el suelo. Y esto no es ni más ni menos que lo que le pasa a este españolito de a pie.

Miguel estudió periodismo. Creía que esa era su vocación pero finalizada la carrera llega la realidad y, tras varias oportunidades, fracasa. Se da cuenta de que él no sirve para eso. Pero el título está ahí, pensó, y ese título, firmado por Su Majestad el Rey de España, puede servirle para ganarse el sustento por otra vía, y no es otra que la de lograr una plaza como empleado público en la Administración. Y es lo que hace y consigue. Opta a una plaza en la escala más inferior del Ayuntamiento de Madrid y es destinado al Subnegociado de Objetos Perdidos. Un subnegociado en el que se aburre como una ostra, pues lo que tiene que hacer es atender al público que, de vez en cuando, viene por su cuchitril a ver si está ahí el objeto que perdió.

Y es a partir de esos objetos perdidos cuando el autor utiliza su maestría y su buen narrar para relatarnos historias de su juventud, de su infancia y de su madurez. Está escrito en primera persona y con un lenguaje no exento de ironía, plagado de ese humor que hace de esta novela corta una lectura placentera y nos invita a soltar unas risas de vez en cuando. En ese reducido espacio en el que pasa sus horas laborales es cuando suelta su imaginación. Una imaginación desbordante que le hace desarrollar verdaderos y brillantes monólogos sobre lo que podría ser si fueran suyos algunos de los objetos que allí están.

Pero también Miguel conoce el éxito finalmente. Le gustaba escribir. Ya, cuando estudiaba su carrera, él y su amigo Santiago habían intentado publicar cada uno su manuscrito. En la última parte vemos cómo la constancia de Miguel tiene su premio pues pasados unos años logra que lo destinen a una plaza como administrativo en una empresa semi-pública y también consigue un premio con un relato suyo: una bicicleta mountain-byke, relato que  podremos leer en las últimas páginas de esta novela.  

En Objetos Perdidos lo que cuenta son las vivencias de Miguel que vamos conociendo a través de las tres partes en las que está dividida esta novela. Una novela en la que los pocos personajes que aparecen en ella, algunos de forma testimonial, apenas conocemos unas pinceladas de ellos. Sabemos que está casado y tiene una hija y su íntimo amigo es Santiago, el abogado. Objetos Perdidos es, sin duda, una novela que, como otras en las que tiene como trama la vida cotidiana de las personas, nos sentimos identificados con el personaje que, en este caso, nos cuenta su historia y, al mismo tiempo, también nos hace reflexionar, y consigue que nos olvidemos, por un momento, de los problemas que tenemos a nuestro alrededor, por lo que recomiendo su lectura.

El autor:

Miguel Baquero(Madrid, 1966) es autor de novelas y cuentos. Como novelista, ha publicado las obras Vida de Martín Pijo (año 1999; 2ª edición en 2007), Matilde Borge, aviador (año 2003), y Vidas elevadas (año 2010) y, en esta misma editorial, La rebelión de los insectos(año 2011). Para el próximo año, 2013, está prevista la publicación de su novela Old Blues blues.

Como autor de cuentos, ha publicado los volúmenes de relatos Figuras de alambre y Diez cuentos mal contados (año 2008), dentro este último del género de «ficción futura» que en breve tendrá su continuación con la novela La conquista de la Tierra, cuya publicación está prevista asimismo para 2013.

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Sus cuentos han sido premiados en numerosos certámenes literarios, como el Gabriel Aresti, el Miguel Cabrera o el Jara Carrillo. Reseñista y colaborador habitual en numerosas publicaciones digitales, es autor asimismo de la miscelánea A esto llevan los excesos (publicada en el año 2009).

Autor: Miguel Baquero

Editorial: LcL (Literatura com Libros.com)

Longitud: 157 páginas en Adobe Digital Editions

ISBN: 978-84-15414-59-9 (epub).