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Wednesday, December 12, 2012

La Hija de Ra, de Santiago Morata



Sinopsis: 

 
En el año 1500 a.C. el faraón Tutmosis I decide dar un vuelco al rígido sistema de gobierno egipcio y prepara a su hija, Hatshepsut, para que gobierne el país tras su muerte, creando un conflicto civil y religioso. La princesa se convertirá así en una pionera, la primera mujer en ocupar el trono de Egipto. Pero para lograrlo tendrá que luchar contra la oposición del clero y la nobleza, que ven cómo su poder empieza a decrecer. Hatshepsut verá envuelta entonces en un juego por el poder plagado de asesinatos e intrigas políticas a las que hará frente con su carácter rebelde y la ayuda de Sen-en Mut, su servidor más fiel, quien se propone convertirla en diosa inmortal. Una vida llena de odios y turbulencias, pero sobre todo llena de amor. Un amor tan intenso que trasciende lo humano. Santiago Morata recrea, con la frescura y viveza de su narrativa, una época fascinante de la historia de Egipto de la mano de uno de los personajes más sorprendentes de la Historia Antigua.
  
«¡He dicho que basta ya! Odio que te comportes como una plañidera. ¡Parece mentira que seas tú quien me diga esto! ¿Es que no te he enseñado nada?¡A ti, que eres nieta de la gran Ah-Més Nefertari, hija de la reina más inteligente. Ah-Més Ta Sherit y descendiente de Iah-Hotep!¿Quién crees que gobierna en ausencia de los reyes?»

Opinión Personal:


 
El Antiguo Egipto siempre me fascinó. La culpa de ello la tiene la gran novela escrita por Mika Waltari, Sinuhé el Egipcio, novela que leí y releí. Me quedé prendado de todo lo que me enseñó de esa gran civilización milenaria. Algo mágico debe de tener esta cultura que me absorbe en todo lo que a ella se refiere. Y de nuevo me ha vuelto a pasar esa misma sensación cuando terminé de leer la última novela publicada por Santiago Morata, La Hija de Ra.

La Hija de Ra narra la historia de una de las pocas mujeres que reinaron como faraón, Hatshepsut, hija de Tutmosis I, quien la había nombrado su Heredera tras el prematuro fallecimiento de sus hermanos. Parece que fue la mujer que más tiempo estuvo en el trono de las «Dos Tierras».

Estamos ante una novela que de nuevo nos sitúa en la Dinastía XVIII, un conjunto de faraones que gobernó Egipto entre los años 1550 y 1295 a. C., aproximadamente. Es uno de los periodos de máximo esplendor de la civilización faraónica, así como un momento de gran expansión territorial.

Corría el año 1500 a. C. y Tutmosis I ya se sentía cansado  de llevar el peso de la corona de las «Dos Tierras». Sus años de reinado habían minado la salud del «viejo toro» y eso se notaba en su cuerpo fatigado.  Hapshetsut  era preparada para sucederle en el trono al no haber una descendencia directa del faraón tras el fallecimiento repentino de los hermanos de ésta. La novela empieza ya cuando la reina está postrada en su lecho esperando la llegada del final de sus días. Un narrador omnisciente nos irá relatando todo lo que ocurrió en torno a la figura de esta mujer faraón. Su padre la preparó como si fuera un hombre para que tuviera los conocimientos necesarios a la hora de sucederle en el trono. Pero no contaba con la aparición en escena de Tutmosis II, un hijo de éste con una concubina, Mut-Nefer. La princesa veía que su padre la traicionaba y se daba cuenta de que no la quería como su sucesora. Las sospechas recaían sobre Ineni que prefería ver coronado al hermanastro de Hatshepsut. Finalmente Tutmosis II es nombrado faraón y ella tiene que conformarse con ser nombrada Gran Esposa Real —pues por ella corría sangre sagrada de la reina Nefertari—, lo que le supuso un duro golpe y vio cómo finalmente veía que se alejaban sus aspiraciones de ser el faraón. Tutmosis II fallece pronto.

Un nuevo vacío de poder planea sobre Egipto. Tutmosis II tiene un hijo con una concubina, el que sería Tutmosis III, pero esta vez Hatshepsut no estaba dispuesta a que la situación anterior volviera a repetirse. Como el heredero era menor de edad, la Gran Esposa Real asumió la regencia prometiéndole al que sería nuevo faraón que se desposaría con su hija Neferu, que era quien podría legitimar su ascenso al trono. Pero Hatsehpsut vio en ese momento la posibilidad de tomar las riendas del poder. Un poder que duraría algo más de veinte años y que estuvo arropado por una parte de la nobleza y, sobre todo, por Sen-en-Mut, el administrador de los bienes de la Gran Esposa Real y de su hija Neferu, y por Hapuseneb, quien aunaría en su persona el cargo de visir y de sumo sacerdote durante el reinado de Hatshepsut.

Santiago Morata (Zaragoza, 1969) nos ofrece una novela entretenida, amena, escrita con un lenguaje sencillo pero cuidado, y logra transportarnos de forma magistral al Egipto de los faraones, a esas construcciones colosales, las procesiones religiosas por el sagrado Nilo, las multitudinarias celebraciones festivas para honrar a los dioses o los banquetes que se celebran en palacio con el que agasajan con exquisitos manjares a sus nobles invitados.

Pero también seremos testigos de la lucha por el poder. Entre todos ellos destacará la ambición de Ineni, el sumo sacerdote de Amón, que veía peligrar su situación privilegiada si Hatshepsut era nombrada faraón. Su ansia de poder y riqueza hacía que moviera los hilos a su antojo y así poder gobernar en la sombra. Veía que tanto Tutmosis II como Tutmosis III eran débiles para reinar frente al carácter fuerte y seguro de la Gran Esposa Real.

Hatshepsut era la Esposa Real de Tutmosis II pero le deja claro que lo hacía solo para que él pudiera acceder al trono. Su verdadero esposo sería Sen-en-Mut, demostrándolo incluso en algunos actos públicos haciéndose ver junto a su amado, como ocurriría en Dendera, en las celebraciones en honor a la diosa Hat-Hor. Junto a Sen-en-Mut y Hapuseneb logrará llevar las riendas del país. Ambos serán los pilares en los que se apoye para sentirse segura en su reinado.

La Hija de Ra es también una historia de amor. Una historia de amor entre Hatshepsut y Sen-en-Mut, quienes no dejan de mostrar el cariño que sienten el uno por la otra a medida que pasan los años. Hatshepsut es una mujer hermosa, sensual y atractiva. Sen-en-Mut es un hombre que quiere cumplir con el trabajo para el que fue destinado pero se queda prendado de la belleza de la princesa.  Él era de origen humilde, formado en el Kap por Ineni, al igual que Hapuseneb. Sería nombrado administrador de los bienes de la Gran Esposa Real y de la Hija Real Neferu. En uno de los capítulos vemos cómo lleva al faraón a Deir-el-Bahari, el paraje en donde estaba el Deyser-Deyseru, el que sería más tarde el templo funerario de la reina. Por eso pasaría a la historia como arquitecto y constructor del bello templo dedicado a Hatshepsut.

La Hija de Ra (Ediciones Pâmies) es una novela que nos engancha desde el principio, con un ritmo ágil y unos personajes creíbles y bien trazados por el autor, logrando que sean cercanos a nosotros y de los que iremos conociendo sus defectos y virtudes, su forma de pensar y actuar. Consigue que mantengamos nuestra atención en lo que pasa en cada uno de los cuarenta y un capítulos en que está estructurada la novela. Capítulos que nos invitarán a seguir con interés los hechos que en  ellos se narran, pues el lector siempre será sorprendido con situaciones que provocarán que queramos avanzar en la historia. Una historia que está avalada por una exhaustiva labor de documentación para recrearnos todos los acontecimientos que pasaron en torno a Hatshepsut y mostrarnos cómo era la vida en esa civilización milenaria. Una historia con los ingredientes necesarios para que nos sintamos atraídos por ella, por lo que recomiendo su lectura.

Para situarse en el espacio y en el tiempo, el lector se encontrará al principio con un mapa del Alto y Bajo Egipto y un árbol genealógico. En las últimas páginas figuran una relación de personajes que aparecen en la novela, la lista de faraones que pertenecen a la dinastía XVIII y una relación de los dioses a los que adoraban los egipcios en aquella época.

El autor:

Nacido en Zaragoza en 1969. Estudió Turismo, máster en marketing internacional, master en diseño publicitario y web. Trabaja en el departamento internacional de una empresa de dietética. Colabora con escritores, foros, ha publicado artículos de prensa y da conferencias, presenta libros, etc.

Pinta al óleo, habiendo realizado ya cinco exposiciones individuales en Zaragoza y es aficionado a la fotografía.

Hasta la fecha ha publicado cuatro novelas:

-  Milenio de Pasión, con Ediciones Delsan, en 2006.

- La Sombra del Faraón, con Ediciones B, en 2008.

- El Constructor de Pirámides, con Ediciones Pàmies, en octubre de 2011.

- La Hija de Ra, con Ediciones Pàmies, en octubre de 2012.

Autor: 

Título: La Hija de Ra
Autor: Santiago Morata
Editorial: Ediciones Pàmies
Primera edición: octubre de 2012.
ISBN: 9878415433095
Nº. Páginas: 397.



 










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