Hoy os traigo una nueva sección. Si os fijáis en la columna de la derecha de mi blog, ya hace unos meses que tengo una columna dominical en el diario digital www.ciudadrealdigital.es
En esta columna publico reseñas de libros, entrevistas o artículos de opinión sobre temas de actualidad que estimo oportuno dar mi punto de vista sobre el mismo.
Hoy os transcribo un artículo que envié con motivo del famoso anuncio que la Academia de Publicidad le dedicó a la RAE con motivo de cumplirse los 300 años de su creación. Espero que sea de vuestro interés:
(Publicado el 06/10/13) por Francisco Portela.
En esta columna publico reseñas de libros, entrevistas o artículos de opinión sobre temas de actualidad que estimo oportuno dar mi punto de vista sobre el mismo.
Hoy os transcribo un artículo que envié con motivo del famoso anuncio que la Academia de Publicidad le dedicó a la RAE con motivo de cumplirse los 300 años de su creación. Espero que sea de vuestro interés:
(Publicado el 06/10/13) por Francisco Portela.
Quién le iba a decir a todo un ilustrado como usted, señor marqués de Villena y duque de Escalona, don Juan Manuel Fernández Pacheco que, 300 años después, se iba a conmemorar la feliz idea que tuvo de crear, a imagen y semejanza de las ya conocidas Accademia della Crusca italiana y la Academia Francesa, nuestra querida Real Academia Española de la Lengua mediante un anuncio publicitario, agasajo de la Academia de la Publicidad.
¡Cómo cambian los tiempos, señor marqués!. El primero de los Borbones, Felipe V de Anjou, firmando la cédula de su creación con una pluma de ave y un descendiente suyo, otro Borbón, don Juan Carlos I, a la sazón actual rey de España, presenciando cómodamente desde su real trono el tributo que se le brinda, al más puro estilo cañí, a la única institución que pervive del otrora Imperio Español que, durante algún tiempo, se llegó a decir que nunca se ponía el sol.
Y, claro, la ilustre academia creyó oportuno utilizar su lema creado para la ocasión, que sin duda, tanto vale para un roto como para un descosido. Pero no sopesaron durante las reuniones mantenidas en donde pusieron toda su imaginación y maquinaria a trabajar para celebrar tal evento, que iba a levantar tamaña polémica, pues no sé si sabe usted bien, señor marqués, que los españoles ocupamos el primer lugar en el buen arte de polemizar. Eso sí, polemizamos en el parque, en los bares, cafeterías y demás lugares donde no haya luz ni taquígrafos; bueno, luz sí, por lo que pueda pasar, pero los taquígrafos pues va a ser que no, porque todo queda registrado y eso no nos gusta, que después viene aquello de donde dije digo, digo Diego.
Ya el afamado anuncio no solo se puede visionar en las cadenas de televisión, también lo pueden ver en cualquier parte del globo terráqueo a través de las redes sociales y ya verá usted la polvareda que se va a levantar cuando el personal se dirija al You Tube y se creerá que todas nuestras féminas son unas incultas y tienen que estar con el diccionario, que pesa lo suyo, en mano. ¡Qué pena, señor marqués, qué pena!. Usted ya no está entre los mortales para arreglar semejante desaguisado. Una publicidad engañosa, como otras tantas que nos hacen tragar, pues ya se pide su retirada para que el ridículo no sea no ya mayúsculo, sino superlativo, pues está claro que es sexista, misógino y una clara discriminación hacia la mujer.
El 3 de agosto de 1713 tuvo lugar la primera sesión de trabajo en la propia casa del señor marqués. Ya se han cumplido, pues, los trescientos años de esa primera reunión, aunque su creación fue aprobada el 3 de octubre de 1714 por real cédula de Felipe V, que acogió a dicha institución bajo «su amparo y Real Protección». Por el bien de la RAE, espero que, en 2014, se celebren los actos de su creación como usted se los hubiera imaginado.
Este es el famoso vídeo:
Este es el famoso vídeo:
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