Sinopsis:
Un viejo libro comprado por internet esconde sorprendentes enigmas. Siete castillos unidos por un vínculo secreto. Un mensaje oculto espera ser descifrado.
Silvia, gran apasionada de los libros, trabaja como restauradora en la Biblioteca Nacional de Madrid, pero está cansada de su rutinaria vida y desea que todo cambie. Una noche descubre unos enigmáticos textos acompañados de unos extraños símbolos cuyo significado desconoce. ¿Qué ocultan esos símbolos? ¿A dónde lleva la resolución de esos enigmas? Estas y otras preguntas que irá respondiendo con la ayuda de Álex, un
Especialista en arte medieval y experto en castillos.
Oscuros y peligrosos personajes vigilan todos sus pasos, un profesional del robo de obras de arte, una misteriosa mujer, un magnate dispuesto a cualquier cosa para descifrar el secreto… Nada es lo que parece y un misterio ancestral está en juego.
El escalón 33 es un viaje por la historia medieval y los castillos de España, ambientado en una atmósfera inquietante y enigmática. Un thriller original, alejado de arquetipos, que innova el género y propone un aventura tan misteriosa como fascinante.
«Se trataba de un libro de reducidas dimensiones, encuadernado en piel, en pasta antigua, carecía de lomera, las tapas presentaban roces y pequeñas pérdidas de material. En la primera página podía leerse que era una edición de 1840, por lo que habría pasado ya por varios dueños, al menos una docena, a no ser que lo hubiera comprado algún rico burgués o un o algún estúpido y presuntuoso aristócrata del siglo XIX y lo hubiera tenido en su biblioteca durante años, sin que nadie lo leyera»
Opinión Personal:
El escalón 33 (Editorial Nowtilus) es un thriller lleno de acción y aventura pero al mismo tiempo innovador, en el que Luis Zueco (Borja,Zaragoza,1979) introduce nuevos ingredientes que hacen más atractiva esta novela, como es el transportarnos a la Edad Media a través de la visita a diversos castillos que pueblan toda la geografía peninsular donde habrá que buscar unos extraños símbolos hallados en un manuscrito pero también tendremos la ocasión de ir conociendo Madrid, las calles por donde nuestros personajes se mueven o aquellos lugares emblemáticos de la capital. Un viaje lleno de aventuras y misterio para el cual utilizará personajes con los cuales nos podríamos encontrar por la calle.
Personajes bien perfilados por el autor, de «carne y hueso», como les solemos llamar ahora. Y es que uno se los puede imaginar en su día a día y, por un motivo determinado, verse envueltos en una historia en la que en más de una ocasión se preguntarán por qué les tiene que ocurrir eso a ellos. Silvia Rubio es una restauradora que trabaja en la Biblioteca Nacional. Su principal ilusión es abandonar esa monotonía en la que está sumergida todos los días y está ansiosa por abandonar Madrid e irse a vivir a una casa en el campo, sin agobios. Ni las salidas con sus amigas Vicky y Marta o sus encuentros esporádicos con Jaime le hacen cambiar de idea. Pero una puja que hará en una página web que frecuenta cambiará su vida. En ella se hace con un libro escrito en el siglo XIX que trata sobre los amoríos de Quevedo.
Silvia, como buena profesional que es, cuando le llega el libro se da cuenta de que en él hay algo raro. Se lleva una buena sorpresa cuando ve que entre sus tapas se esconde un manuscrito en el que hay unos símbolos extraños y seis acertijos a adivinar. Un día, cuando se dirigía a su piso en un taxi escucha un programa de radio. En él se hablaba de castillos. Era Álex Aperte el que contestaba a las preguntas que se le hacían. Silvia cree que él es la persona adecuada para ayudarle a descubrir el secreto que esconde el manuscrito. Juntos emprenderán ese viaje que los llevará a la Edad Media, a los castillos medievales que eran el símbolo del poder y de la defensa de los reinos cristianos frente al ataque de los musulmanes. Un viaje en el que realmente el autor logra adentrarnos en esa época de cruzadas, órdenes militares y vida palaciega. Ambos contarán con la ayuda de Santos y Antonio Palacín, dos curiosos personajes que le darán un cierto toque de humor al relato.
Pero algo le decía a Silvia que se sentía vigilada por una sombra. Y estaba en lo cierto. Era una vigilancia que tenía un fin. Se toparían con un excéntrico millonario y coleccionista de antigüedades que quería ese manuscrito a toda costa. Era Alfred Llul, un misterioso personaje del que poco se sabía, al igual que las personas que para él trabajaban, el ladrón de guante blanco, Albert Svak, que ejecutaba los encargos de su jefe con la maestría que le caracterizaba. Un individuo camaleónico con un pasado al que había tenido que renunciar y que sabía que nunca volvería a recuperarlo, pues su actividad no se lo permitía. Pero a este mundo del robo de objetos antiguos también pertenecía Margot, una mujer de cara pálida y pelo negro, que desempeñaría un papel decisivo en el desenlace de esta novela. El comisario Torralba y sus agentes vigilarán los pasos de unos y otros. La desaparición de un funcionario de la Biblioteca Nacional y el asesinato de un vigilante de uno de los castillos pondrán en alerta a la policía pues sospechan que detrás de esos sucesos están quienes pretenden hacerse con el manuscrito.
El escalón 33 es una novela trepidante relatada en tercera persona por un narrador omnisciente y dividida en tres partes que, a su vez, están formadas por capítulos cortos, todos ellos titulados. Esto provoca una lectura ágil y una implicación del lector en la misma pues con esta distribución se logra que queramos saber qué es lo que va a pasar a continuación. Pese a que nos encontraremos con continuas descripciones con las que el autor nos indicará por dónde se mueven los personajes y, sobre todo, cómo son los castillos y las poblaciones que iremos visitando, los diálogos cortos y directos entre ellos contribuyen a que el ritmo de su lectura no se ralentice. Éstos ayudan a que la acción se mantenga a medida que la trama vaya avanzando y complicándose más. Todo ello escrito con maestría por su autor, con una prosa cuidada y en la que se nota su influencia de su afición a la fotografía, por las descripciones minuciosas que nos da de los lugares que iremos visitando a medida que avanza la novela y que ayuda a que nos hagamos una idea clara de los ellos.
El escalón 33 es una novela que engancha al lector hasta la última página. Un trhiller lleno de acción, intriga, desapariciones, traición y misterio que invita a que nos adentremos en la historia que encierra y no la soltemos hasta el final. Un final que nos dejará sorprendidos. Solo me queda recomendar su lectura.
Nota: Las imágenes que acompañan a la reseña corresponden a El Ángel Caído, Castillo de Calatrava La Nueva y Castillo de Mora de Rubielos
Luis Zueco nació en Borja (Zaragoza), en julio de 1979. Es Ingeniero Técnico Industrial por la Universidad de Zaragoza y Licenciado en Historia y Máster en Investigación Artística e Histórica por la U.N.E.D.
Miembro de la Asociación Española de Amigos de los Castillos y de la Asociación Aragonesa de Escritores, así como Vicepresidente de Amigos de los Castillos de Aragón.
Ha sido colaborador en diversos medios de comunicación y escribe en blogs culturales como «Exposiciones en Madrid» y «Exposiciones en Zaragoza».
Participa habitualmente en conferencias sobre patrimonio, fotografías, literatura e historia. Ha publicado numerosos artículos de investigación todos ellos relacionados con estas fortalezas medievales.
Ha publicado tanto libros de no ficción: Castillos de Aragón: 133 rutas (Mira Editores, Zaragozaq, 2011). Como ficción escribió la novela histórica Rojo Amanecer en Lepanto (De librum tremens, Madrid, 2011). El escalón 33 es su segunda novela publicada.
Como fotógrafo ha participado en varias exposiciones.
Título: El escalón 33
Autor: Luis Zueco
Editorial: Nowtilus S. L.
Edición de 2012
Tapa blanda con solapas.
ISBN: 9788499673516
Nº Páginas: 507