El blog Carmen y Amig@s propuso una lectura conjunta de la primera novela escrita en castellano por el autor alicantino Juan Francisco Ferrándiz. Hoy me corresponde publicar mi reseña.
Sinopsis:
Cuentan los ancianos que hace mucho, mucho tiempo, cuando el mundo se estremecía por temor al inminente fin del milenio, un forastero llegó a las brumosas tierras de Irlanda con una misteriosa misión. Dicen que ese hombre, un monje atormentado y valeroso llamado Brian de Liébana, huía de unos malvados caballeros de tez pálida y alma oscura, cuyo nombre nadie osa pronunciar en voz alta sin santiguarse. Los más viejos afirman que Brian y sus compañeros, sabios religiosos venidos de todo el continente, se atrevieron a reconstruir el monasterio de San Columbano, antaño escenario de una cruel matanza. Y aunque algunos juran que profanar esas ruinas supuso el inicio de todas las desgracias, otros opinan que fue la presencia intramuros de una hermosa mujer celta lo que desató la ira de Dios. Pero si hay algo que nadie niega en esa isla de cielo gris y abruptas costas es que la muerte consiguió traspasar los muros del monasterio y extenderse por los senderos del bosque cual preludio del apocalipsis. Que una mano asesina, certera e impía, se cobró la vida de muchos inocentes, y que, durante largos meses, druidas y monjes, nobles y plebeyos vivieron atrapados bajo un denso manto de miedo y de sospechas. Ésa es la leyenda dejad que os cuente ahora la verdadera historia.
Opinión Personal:
«—¡Vos también lo habéis oído!, ¿no es cierto? ¡era un llanto! Como el lamento de las plañideras en los funerales. ¡Una bean sídhe anunciando la cercana muerte! —El hombre temblaba de pies a cabeza. Uniendo las manos, susurró una rápida plegaria. Luego dijo: —¡Regresemos, hermano Brian! En alguna aldea hallaremos aposento.»
Irlanda, siglo X. Corre el año 996. El primer milenio llega a su fin y los presagios que se producen vaticinan la proximidad del Apocalipsis. El continente vive en una época convulsa. Epidemias, guerras, calamidades y otras desgracias diezmaban a la población que, ante tantos desastres y la cercanía del primer milenio, creen que son señales de que el fin del mundo está próximo.
El texto está cuidadosamente trabajado pero el autor utiliza un lenguaje que es comprensible por el lector, pese a que en algunas ocasiones nos encontraremos con frases en latín, o términos gaélicos, lenguaje autóctono de la isla en el que se expresa la población de aquella época. Una población que se convierte al cristianismo pero que no olvida sus costumbres celtas. Costumbres que son asimiladas por la iglesia cristiana de Irlanda, de la que San Patricio, misionero cristiano considerado como el introductor de esta religión en la isla, es su santo patrón.
Las horas oscuras es una novela narrada en tercera persona, dividida en tres partes: El camino hacia la luz, El ángel del Apocalipsis y Némesis que se corresponden prácticamente con la introducción, desarrollo y desenlace de la trama. Los capítulos son muy cortos, con lo que el lector se adentra perfectamente en la historia y avanza en ella sin darse cuenta. El autor consigue, de esta forma, enfrascarnos en su lectura. Pese a las descripciones que nos vamos encontrando y a que, en algún momento, el ritmo de la narración decae, no impide mantenernos absortos en su lectura pues nos vamos encontrando una serie de giros que nos mantienen en vilo y consiguen el que sigamos interesándonos en lo que puede pasar a continuación.
Brian de Liébana acaba de desembarcar y contratar a un carretero para que lo transporte junto con sus pertenencias a las ruinas del monasterio de San Columbano, en el condado de Clare, al oeste de la isla, destruido por un incendio. Quiere continuar el proyecto interrumpido por el anterior abad, Patrick O´Brian: construir en ese mismo lugar, una gran biblioteca,. Él la llamaba El Espíritu de Casiodoro. En ella se recuperarían y transcribirían todo tipo de obras, religiosas o no, incluso escritos considerados peligrosos pero que nunca deberían de ser destruidos. Por eso se habían constituido en una especie de hermandad para guardar, con las armas incluso, el conocimiento que en ellas se contenía.
Sobre Brian de Liébana gira la trama de Las horas oscuras. Es un monje de origen hispano que tiene un pasado oscuro pero sus secretos se irán desvelando a medida que avanzamos en su lectura. El taciturno hermano Michel es el único miembro de su comunidad que conoce su pasado. Inicia la reconstrucción de San Columbano. El monarca del condado de Clare, Cormac O´Brian, lo invita a su fortaleza para agasajarlo con un banquete de bienvenida. Durante la celebración aparece una mujer vestida con ropas andrajosas pidiendo justicia al monarca. Era Dana, una mujer que va a jugar un papel importante en el desenlace de esta historia. Entre Brian y Dana se va a desarrollar un vínculo fuerte que irá más allá de la amistad. Conocemos también a la comunidad religiosa que acompañará a Brian, a quien nombrarán abad. Pero una serie de sucesos amedrentan a los que acuden hasta el monasterio para ayudar a reconstruirlo. Los sucesos coinciden con cada una de las plagas con las que los siete ángeles del Apocalipsis provocan la ira de Dios y anuncian el fin del mundo.
La población cree que una maldición envuelve al monasterio. Hay quien dice haber visto el fantasma del anterior abad rondar por los alrededores del lugar sagrado. Brian, Dana, los monjes y los druidas Finn y Eithne tratarán por todos los medios de encontrar la verdad. Pero presienten también que detrás de todo esto puede estar un antiguo enemigo de El Espíritu de Casiodoro, Vlad Radú, un strigoi, miembro de los Scholomantes, una extraña secta que quiere recuperar a toda costa uno de los códices más valiosos, el Códice de San Columcille, un hombre de aspecto vampiresco que pertenece a una organización diabólica, que quiere destruir como sea la obra de Brian e incluso acabar con la vida del abad, por quien siente un odio intenso. El obispo Morann, o los druidas Finn y Eithne, así como Bright, una niña que los druidas ponen al cargo de Dana y que tiene poderes ocultos que le permiten adivinar el peligro, también desempeña su rol en el desenlace de esta historia.
Las Horas Oscuras es una novela que me transporta a Irlanda, a los años en que se desarrolla la historia. Las descripciones que de ella hace el autor consiguen este efecto. Sus verdes campos, los bosques de robles, costas escarpadas contra las que baten olas embravecidas y un cielo con un tono oscuro presagio de tormentas y lluvias. Un país en el que la gente humilde vive en las típicas construcciones de la isla y se ganan el sustento con los productos de sus campos, los animales que crían y de la pesca.
Juan Francisco Ferrándiz logra, a mi parecer, una historia creíble y unos personajes bien perfilados. Historia, aventuras, intriga y traiciones hacen de Las Horas Oscuras una novela recomendable para su lectura. El lector no quedará defraudado pues conocerá un poco más sobre el mundo celta y su relación con el cristianismo, una relación muy particular pues, pese a su conversión, sus costumbres siguen vivas y son compatibles con la nueva doctrina.
El autor:
Juan Francisco Ferrándiz Pascual nació en Cocentaina (Alicante) en 1971. Es licenciado en Derecho y actualmente ejerce como abogado en Valencia. Con anterioridad ha publicado la novela Secretum Templi (Editorial Marfil) escrita en valenciano.
Las Horas Oscuras supone su auspiciosa entrada en el panorama nacional.
Título: Las Horas Oscuras
Autor: Juan Francisco Ferrándiz
Editorial: Random House Mondadori, S. A.
Primera edición: mayo 2012
ISBN: 9788425347917
N º páginas: 634
Os dejo con la pieza musical de la que salió el germen de esta historia. Una preciosa melodía celta:
Os dejo con la pieza musical de la que salió el germen de esta historia. Una preciosa melodía celta:
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